CREMA DE PUERROS (Vichyssoise)

Después de unas 10 truchas de batata, unas carrilleras de mi cuñado Javier tan tiernas como Heidi, unas suaves y deliciosas lonchas del mejor salmón ahumado del mundo, el de Uga (Lanzarote, el sitio donde algún día viviré…. me chifla y me rechifla), el caldo único y reconfortante de mi mami que me deja el cuerpo como cuando era una niña, me iba a la cama y ella venía y me tapaba hasta las orejas, unos langostinos gigantes y en su punto de cocción hechos por Carlos y Mapinito. Sus langostinos saben a pasarlo bien, a risas  y carcajadas y a abrazos muy fuertes. Después de unos buenos pedazos de turrón blando, vale que es el único que me gusta, el de Jijona y aferrada a la idea de que es el dulce de Navidad que me permito, el antojo se me multiplica y me doy todas las licencias del mundo; resultado: dos tabletas entre mi peque y yo. De un jamón de cerdo asadito al horno después de unas horas lentas y llenas de aromas envolventes ¿quién podía resistirse a no repetir???? Las papitas arrugadas, tan apañadas y como no son fritas ponme alguna más. Las uvas, había que comérselas!!!! de lo contrario podrían estar esperándome toda clase de infortunios durante un año…. Las doce, todas, una detrás de otra. Esos vinitos de amigos y clientes generosos de mi chico. El champán, hay que brindar, sobre todo por tener una buena salud…. El roscón de Reyes, versión con crema y sin ella. Afortunadamente solo lo hacen por Reyes. Apunten para el próximo año:  si viven en Las Palmas como los de la panadería La Madera no los he probado en mi vida. Y redoble de tambores, en pié, ovación de aplausos y gritos de BRAVO!!!!!!!  para lo mejor de las Navidades: las carreras por los centros comerciales buscando todo aquello que sabes que le hace ilusión a los que más quieres, los whastssapp inesperados deseándote toda suerte de dichas y saber que te piensa tanta gente, los abrazos con los amigos, las llamadas de mi madre y sus apuros porque no sabe como hacer más felices aún a sus nietos, las trescientas veinticinco cartas que escribió mi peque a sus Majestades, el abrazo de mi padre al entrar en el nuevo año, los almuerzos entre hermanas ideando la fiestas, las sonrisas cómplices con mi chico cuando alguno de los dos sabía que le había conseguido algo al otro, los villancicos en familia, los nervios de los niños, las resacas mañaneras después de haberlo pasado cojonudamente bien…. Solo me queda tiempo para decirles que ha llegado el Detox (eso que está tan de moda).  Por moda no lo hago, lo hago por necesidad. Eso o me voy de rebajas y tiro de crédito (si es que queda algo) y vuelvo a llenar el ropero con cosillas que me abrochen sin tener que contener la respiración y llegar a la asfixia…..

Lo dicho, una cremita de puerros que tan rica está. Sabrosa es un rato y lo demás a más tardar en un año, advierto que volverá… Eso sí, no pienso estar a dieta de cariño, de besos, de abrazos, de encuentros, de amigas, de hermanas, de mamá y de papá, de mis hijos ni por supuesto de mi chico. A todo esto soy incurablemente adicta.

INGREDIENTES (como pra 6)

5 Puerros (solo la parte blanca)

4 Papas medianas

Aceite de Oliva

Sal gorda

Pimienta negra (recién molida)

Agua

Taquitos de salmón ahumado (opcional)

VAMOS A ELLO…

Lavamos bien los puerros, le quitamos lo verde y los vamos cortando en rodajitas de más o menos unos dos centímetros de grosor.

En un caldero con buena altura, echamos generosamente un buen chorrito de aceite de oliva y salteamos los puerros.

Vamos pelando las papas y lavándolas bien. Las cortamos en cuadros y las echamos al caldero junto con los puerros.

Revolvemos bien para que cojan algo de brillo con el aceite y los puerros y aprovechamos para ponerle sal y pimienta al gusto. En casa nos pasamos siempre con la pimienta porque nos encanta!!!

Una vez mezclado todo, ponemos el agua. Exactamente para estas cantidades sería algo así como medio litro de agua. 

Lo que hay que tener en cuenta es que cubra la verdura pero sin ahogarla, no queremos que le crema quede líquida, es suave pero espesita.

Lo dejamos todo a fuego medio unos veinte minutos una vez rompa a hervir. Pasados los 20 minutos, apagamos, retiramos del fuego y batimos con batidora eléctrica hasta que todo esté bien ligado y a comer. Es una cremita sana y llena de sabor así que está estupenda porque el cuerpo, después de algunos excesos no sufre drásticamente (jeje)

Como idea y por si entre los lectores hay gente más prudente que yo (eso no es difícil) pueden ponerle por arriba, flotando que le da un color estupendo y que le mezcla de sabores explota en la boca y multiplica y potencia la crema…. Unos taquitos bien partiditos en pedacitos de salmón ahumado…. ummmm