Tengo la sensación de que voy en moto a todas partes. Lo mejor es que no tengo moto y ni siquiera tengo carnet que me licite y me lleve un día hasta la aventura de comprarme una… Desde que me levanto hasta que me acuesto no hago más que correr, la mayoría de las veces hasta por la propia inercia, no hay necesidad de correr pero allá que sigo yo a 120 ó 150 según de donde venga. Si me pillas en el súper, mejor échate a un lado, te aseguro que no será nada personal pero esto si que te lo garantizo, fijo que te atropello y te llevo por delante. Ya en la ofi bendigo a diario a las santas compañeras y compañeros con los que comparto techo, se que el aprecio es mutuo y en algunos casos es más que eso…. Lo que les debo de inspirar es mucha piedad. Muchas veces sin tiempo ni a responderles sus preguntas, directamente ellos lo que escuchan es el tubo de escape mientras me alejo, vete tu a saber a donde ni con que intención. Así lo mismo mientras pongo la secadora, hablo con mi madre, con mi hermana Patri, con mi hermana Ana, con mi tía Mapino, con mi hija Sara, con mi amiga Arantxa, con mi amiga Ana, con mi amiga Luzma, con mi amiga Laura….. Puedo seguir y llenar el post. Eso sí me alegro de tenerlas, de hablarles y de escucharlas, si es posible a diario, porque me inspiran y cargan de gasofa!!!. Y seguimos corriendo. No se crean, poco a poco he ido adquiriendo, sin intervención divina, el don de la ubicuidad, lo mismo puedo estar en el Sebadal por la mañana, el mediodía en Guanarteme, que la tarde en La Minilla, que la media tarde/noche en Tamaraceite y aún me queda esa cena pendiente en Vegueta con esa amiga/s a las que siempre echo de menos…. En medio queda, trabajar, esperar por mis hijos, darles la merienda, organizar y apoyar tareas y repaso, recoger o llevar a entrenamientos en tres diferentes disciplinas deportivas, la catequesis del pequeño, la visita a mi abuela, la cena de esa noche y prever el almuerzo del día siguiente. Así. Tal cual les detallo. A diario…. Pero saben que creo mucho en las señales y se me encendió una en rojo que además parpadeaba. Un dolor de espalda me dejó la noche en vela, ahora conozco cada surco que el pintor dejó en el techo de mi alcoba.
Cuando por fin amaneció llamé a mi cuñado Fernando, lógica secuencia porque mi cuñi es fisioterapeuta pero antes que eso y sobre todas las cosas es la persona más pausada y equilibrada que hasta ahora he conocido. Cuando lo llamas parece que estás hablando con alguien que acabara de despertarse… De hecho mi saludo siempre es el mismo, – Fer, te pillé durmiendo?. Buscó un hueco en el que atenderme en su clínica y como no, llegué corriendo. Abrió la puerta y me esperaban él y su eterna sonrisa contagiosa. El olor, el color, la suavidad de su tono de voz, la pausa en la mirada directa a los ojos y atento a cada palabra que salía de mi boca. Escuchando de verdad y dando toda importancia a todo lo que le decía…. El diagnóstico lo más previsible, creo que tengo algo así como unos nudos en la espalda y aún me quedan sesiones para arreglarme. Siento que esta moto se ha dado algunos cuantos, no pocos, golpes y ya estaba pidiendo un repasito, no solo de chapa y pintura.
Entrar allí me llenó de paz, una paz que hacía tiempo no sentía. La paz que sale del sosiego, la pausa merecida, el descanso de la «guerrera». Hasta me sentí bien apagando el móvil sin remordimientos, ni malos pensamientos atravesados que atacan mucho a las madres como…y si le pasa algo a los niños????. Se los cuento porque suelo compartir con mis amigas carriles de autopista, todas vamos a más de 100 y es muy importante no pasarse del lo que marca el disco. ¿A dónde iremos a parar????? No lo sé pero seguro que llegamos antes de tiempo.
Si les apetece, porque merecerlo seguro que lo merecen, háganse una pausa en Clínica Padma. Al final del post le dejo la tarjeta y no porque sea mi cuñado sino porque estoy segura que arregla el cuerpo pero llega hasta el alma.
Así que para casa me vine y me dije, hoy cenita sana, relajada, sin pretensiones, sencilla, sabrosa….. Y salieron estos fideos, hechos al wok, cargados de bienestar, de la paciencia que requieren las cosas buenas y sobre todo, sin quejarme un segundo de la espalda.
Fer, eres un crack.
Y ahora a por los fideos que los estómagos también hay que cuidarlos…
INGREDIENTES, como para dos.
Yo los hice en un wok, pero un caldero chato también vale.
Aceite de oliva
1 Zanahoria cortada en tiras
1 Puerro, también en tiras
1 Filete gordito de entrecot (puedes ponerle pollo, gambas, tofo o lo que prefieras. Yo puse entrecot porque era lo que estaba en el frigo)
1 Huevo
1 Media Cebolla
250 grs de Fideos (Noodles)
Salsa de soja (al gusto, pero sin pasarse que es muy salada)
1/2 cucharadita de curry en polvo
1/2 cucharadita de jengibre en polvo
1 cucharadita de Miel
Pimienta negra
Ponemos a calentar en el fondo del wok, solo que tape el fondo, aceite de oliva. Cuando esté bien caliente sin que llegue a humear, ponemos el ingrediente proteico (según el gusto o la disposición, ya saben, carne, pollo, tofo, pescado, marisco) y lo salteamos. En mi caso con la carne, la corté en tiras. Si es pollo haremos lo mismo o si es pescado y ya si se trata del tofo en cuadritos y si son gambas se ponen enteras pero que estén peladas.
Mi wok
El entrecot ya trozeado
Salteamos
Mientras salteamos la carne, pondremos en un caldero agua a templar. Solo que tome un poco de temperatura hasta que esté tibia. Una vez tibia, apartamos el fuego y metemos dentro los noodles a que se hidraten. Los mantearemos en agua tibia durante cinco minutos.
Esta es la marca que utilicé.
Templando el agua, donde después hidrataremos los noodles.
Una vez salteada la carne, retiramos del wok y reservamos. En el mismo wok, con la misma cantidad de aceite, verteremos un huevo batido y lo removemos como si quisiéramos hacer unos huevos revueltos.
No se asusten con el color, es por los restos del salteado de la carne.
Una vez tengamos los huevos, empezamos a añadir la verdura:
La cebolla
Las zanahorias
El puerro (pero cortado en tiritas)
Las vamos echando encima del huevo, dentro del wok. Rociamos todo con un chorlito de salsa de soja y vamos moviendo los elementos con la intención de que salteen por igual. En truco es dejarlos al dente, no se trata de pocha y casi ni siquiera que tomen demasiado color. Aprovechamos y ponemos los noodles a escurrir para añadirlos seguidamente.
Echamos la verdura sobre el huevo…
Rociamos con un chorrito de salsa de soja
Vertemos los noodles (ya escurridos)
Y llega el momento de echar las especias: curry y jengibre. y acto seguido la cucharadita de miel.
Vertemos la carne que teníamos reservada, volvemos a rociar con otro chorrito de salsa de soja, movemos y mezclamos bien y ya están listos!!!! A comer antes de que se enfríen y a cuidar, sobre todo aquello, cuidar lo que no se ve.
Y ahora les dejo detallitos de la Clínica Padma (la de mi cuñi Fer… Por si se animan para que lo tengan fácil!!!!)
Esta es la luz que te recibe…. Una pena que no les pueda trasladar otras sensaciones pero si les garantizo que todas súper positivas!!!
Normalmente no te hacen esperar, pero apetece hacerlo… Mientras tanto un té. Ummmm
Y ya no los lío más… 100% recomendable.